Diciembre

por Diego Valeriano



La solidaridad es algo que se ejerce largamente en los barrios, eso lo sabemos todos hasta tal punto que muchos creen que desde ahí se puede hacer algo. Pero este no es el punto, nunca lo fue. La solidaridad en la vida runfla no es valor, sino gesto. Nadie es solidario ¿Cómo serlo? Solo hace el aguante en algunas ocasiones. Ciertas, contadas, múltiples, dudosas.

Las fiestas, los días más largos dilatados por la temperatura, los quioscos con cerveza fría hasta las 01 hs, las chicas en shorcitos, las ventanas abiertas para que la música invada al vecino, el olor a podrido de la zanja son la vida runfla misma. Diciembre es el más bello de los meses. Previa de algo siempre, promesa, presente. Es la efectuación de una forma de vida, es el triunfo, el recuerdo que se hace presente de cómo es la vida.

Diciembre tiene la temperatura justa, los días exactos para la elaboración de liberaciones. Todo se prepara para que algo suceda, las expectativas maduran. Cada situación vivida puede ser reconfigurada bajo otro régimen de percepción. Sentir de otro modo, ver de otro modo, pensar de otro modo. Allí brota algo, como campos de posibilidades que sólo nosotros podemos imaginar este mes y no otro. Solo nos ponemos manija colectivamente en diciembre.

Los saqueos por venir son signo sobre todo de una sensibilidad proclive a interesarse por lo que pasa. Son signo de lo que tiene que pasar. Como el éxodo, como el amor, como la deserción. Todos tejen artesanalmente creyendo que la suma de operaciones decanta en algo. Ahora los medios van a hablar del aumento de precios, la iglesia hará lo suyo. Los compañeros explicaran que está todo preparado y así. Lo real, lo sensible, lo genuino es que es diciembre. Mes runfla, mes nuestro, es promiscuo. Mes donde ni la energía es la suficiente debido a nuestros fundamentalismos.

Todo está preparado para que suceda. Atracones de comida, aturdidos un martes, ir por trabas después de emborracharnos en la cena de fin de año. Los pibes esperan los saqueos ansiosos de pudrirla, los conspiradores están agazapados, hay fiestas inconclusas, suenan cuetes en horas de la siesta. Es un mes espeso y luminoso, es un mes de lujuria runfla, es el mes del te recabió. Bienvenidos a diciembre.