Sobre Paul Virilio: Coeficiente de rozamiento

por Carolina Palma



Pienso en la aceleración que no es habitable por el cuerpo humano y en los microprocesadores que no puede hacer una mano. Pienso en los electrones, esos que van de positivo a negativo generando corriente eléctrica. Pienso en el hard y en las autopistas de silicio y germanio. Veo el haz de luz de la fibra óptica pero no puedo habitar su velocidad. En condiciones ideales, si imprimiéramos una fuerza sobre un móvil, eso se movería eternamente. Sin embargo, hay materia y entonces existe el coeficiente de rozamiento. Eso afuera. La fuerza del agua, mueve una turbina, la fuerza del viento, una pala. Eso mueve un generador. Existe un conversor que transforma eso en corriente de electrones, y otro conversor que transforma eso en un telegrama de ceros y unos y otro conversor que transforma eso en otro telegrama binario pero de luz. Luego mas conversores que decodifican eso en un telegrama de bytes hasta que yo pueda prender mi compu y, dándole un click a la interface, meterme en la red. Dejo a mi cuerpo y comienzo un viaje en tiempo real hacia el ciberpespacio de los microchips. Me sumerjo en el instante, en la inmediatez, habito un tiempo sin pasado ni futuro. Pierdo duración, muto a signo, la metamorfosis es hacia la representación. Desaparece mi movimiento. Todo es posible sin movimiento del cuerpo. Eso adentro. Con un click hago salir. Desconecto. Salgo, me desplazo hacia el otro, habito la duración, los hilos de la marioneta tiran hacia arriba los muslos, tironean la rolilla, la pantorrila, el talón, la punta del pie, doy un paso, te rozo, estas vos.  


Big bang